En una reciente sesión sobre Soft Skills en la Universidad Politécnica, el profesor José Luís Poza hizo énfasis en la idea de tener una presencia coherente en las redes sociales.
Cuando hablamos de redes sociales rápidamente nos vienen a la cabeza LinkedIn, Facebook o Instagram, las más utilizadas en España, pero hay otras aplicaciones como WhatsApp o Twitter que también se pueden considerar como tales.
Personalmente nunca he entendido demasiado lo de utilizar Internet para el exhibicionismo público salvo quizá en personas con una necesidad de aprobación por parte de los demás, ni tampoco en el extremo opuesto, para esconderse detrás de una personalidad ficticia. Por el contrario, hoy en día las redes sociales están tan extendidas que soy muy útiles en el entorno laboral, y para aprovechar las oportunidades profesionales es conveniente tener una presencia sólida y confiable en Internet. Algo que ayuda a dar esta idea es elegir una «guía de estilo personal» y utilizarla en toda presencia en las redes. Y no me vale lo de «no estar en las redes sociales». De eso hablaré en otra ocasión.
Volviendo a la idea del estilo personal, puedes hacer por ejemplo un pequeño ejercicio de reflexión y pensar en un lema importante para tu vida; también puedes pensar en una fotografía con la que te identifiques y extraer sus colores predominantes. Con eso y aderezado con algo sobre tus gustos y valores llegarás a hacerte una idea de quién eres y cómo transmitirlo de forma gráfica.
Una vez desarrollada tu guía de estilo, tu «marca personal», es el momento de trasladarla al mundo virtual: Pon en tus perfiles de las redes sociales utilices fotografías que refuercen el valor del producto que quieres vender (que en este caso eres tú mismo), y empieza a usar el tono y actitud que quieres que te represente.
Ten en cuenta que cuando vayas a alguna entrevista o reunión con desconocidos, probablemente te habrán buscado antes en Internet, y esa es la idea preconcebida que van a llevar de tí. Si tu presencia en Internet no es coherente corres el riesgo de que lo que hayan visto no es precisamente de lo que estés más orgulloso.
Tenemos la oportunidad de conocer a las personas antes de conocerlas, lo queramos o no. Mejor dar una buena impresión, ¿verdad?