He de reconocerlo: soy ingeniero informático. Ni Responsable de pitoflautas en una una de esas empresas que tienen a tarados jugando al pìng-pong en horas de curro, ni Community Enterprise Brand Manager. Solo ingeniero informático, bueno si me apuras soy máster en ingeniería informática. MSc en inglés que queda más molón. Ni más ni menos.
Y me encanta. Un ing. informático de los que llamo «compulsivo». Porque sé hacer otras cosas (ya se intentó), pero si me dejas solo un rato probablemente me encontrarás pegado a la pantalla de un ordenador o cualquier cosa que se le parezca.
¿Y por qué lo de El Hombre que Susurra al Pc? Esto es una de mis anécdotas preferidas de mi vida profesional, y ahí va:
Un día mientras trabajaba en un hospital me hizo llamar el técnico de una empresa de electromedicina. Estaba intentando reparar un cacharro que consistía básicamente en un pc con sensores y actuadores para pruebas de equilibrio. Era un técnico brillante, pero estaba desconcertado porque la «cosa» se negaba a dar señal alguna de vida. Ni la más miserable imagen en pantalla. Tan solo unos pitidos inquietantes.
Cuando vi aquello, la historia no tenía mucho misterio. Desaparecí un momento para consultar mi lista de códigos del POST de las BIOS de Ami y volví con la solución: Tienes la tarjeta gráfica fundida. Tráete otra y la cosa chutará.
Lo siguiente que supe de él fue que me llegó un paquete que contenía la tarjeta gráfica junto una botella de vino, acompañada de la siguiente nota:
«Estimado César:
Te remito la tarjeta gráfica para que me
hagas el favor de cambiar la que tiene el equipo.
No obstante agradezco muchísimo tu colaboración
y por eso te ruego aceptes este pequeño obsequio.
Gracias al HOMBRE QUE SUSURRA AL PC
Un saludo «
Por eso soy El Hombre que Susurra al Pc. E ingeniero informático, a mucha honra.